En su artículo “Poner Orden Es Fácil”, la autora Elizabeth Martiínez Flores nos expone los beneficios de contar con un proceso debidamente documentado. Algunos de estos beneficios están marcados por la solidez que se busca en un sistema de manufactura debidamente documentado, y siendo así, los frutos en temas de rentabilidad, calidad y eficiencia que se pueden llegar a alcanzar.
Si bien un proceso documentado no te asegura que se sigan los estándares, lo que si te certifica es que exista una pauta “por escrito” del debe ser. Se cuenta con la trazabilidad necesaria para poder regresar al punto inicial ante cualquier duda que existe del “por qué” del sistema de manufactura.
En términos de documentación, es un error pensar que entre más documentos mejor trabajar el sistema. La realidad es que la falta de cultura en términos de simplicidad no permite que un sistema que cuente con su control de documentos busque “adelgazar” la cantidad de procedimientos e instructivos, ya que es común ver que los sistemas de gestión de calidad se vuelvan robustos y posteriormente comiencen a ser obesos.
Siguiendo el precepto anterior, un sistema de gestión de calidad deberá ir enfocado a 3 principios clave: los estándares debe ser simples, visuales y solo de los aspectos importantes. Son reglas simples, que de seguirse se puede obtener un proceso “debidamente documentado”.
La autora también hace hincapié en el ciclo de mejora continua o de Deming:
- Planear, establecer los documentos necesarios para conseguir resultados.
- Hacer, seguir cada uno de los pasos establecidos.
- Verificar, realizar seguimiento y medición de nuestros procesos.
- Actuar, Acciones de mejora o correctivas ante desviaciones.
Esta es una de las herramientas más útiles para obtener resultados, y por ende, debe estar siempre presente en un sistema de gestión de calidad, en donde la finalidad no es tener un proceso de documentación eficiente, sino que el sistema documental nos permita manufacturar u operar de forma eficiente, sin perder de vista el enfoque a resultados.
Para concluir, los aspectos que intervienen para obtener buenos resultados son tantos que difícilmente un proceso documentado pueda considerar todo aquello que sea un riesgo, sin embargo, si el proceso documental es ligero (sin tanta paja), efectivo (se sigue lo establecido) y se mantiene en constante revisión (PDCA) las probabilidades de lograr los resultados son altas. De esta forma, poner orden es fácil.